El niño más guapo y perfecto de la sabana, "nuestro pequeño Oloserian"

La visita a la manyata de Oloserian fue muy emotiva. Su mamá solo pudo asomar la cabeza por la puerta de su pequeña cabaña pues acababa de dar a luz a su hermanita (no pudimos verla, la costumbre es que el padre vea al recién nacido una vez y que solo puedan verlo las otras mujeres, por supuesto los blanquitos raritos no tuvimos este privilegio).
Nos agradecieron enormemente los regalitos que le llevamos al bebé y las ruedas macizas que son mucho más adecuadas para que se pueda mover la silla en la sabana.
Nos recibió una de las mamás de la manyata que llevaba a Oloserian en brazos y envuelto en unas telas. Los masai tienen un don: nunca hacen que te sientas incómodo. He de confesar que tuve dudas de que me pudiera contener delante del niño y de la familia. El tema de Oloserian me afecta mucho y solo de pensar en él se me saltan las lágrimas.
Muchos de los niños de la manyata nunca habían visto un blanco, pero estuvieron tan cariñosos y simpáticos como si nos hubieran conocido de toda la vida.
Les dimos papel y lápices de colores a todos y Oloserian rápidamente entendió el significado del material. ¡Creo que este niño va a ser un gran artista!.

Muchas gracias a todos los que os preocupáis de Oloserian. ¡Este niño se merece ser muy feliz!