Este es el sentimiento que nos invade cuando recordamos Enkewa y su gente. Nuestra estancia ha sido inolvidable (cada vez que veo a mis amigos en Enkewa siento algo especial y muchos deseos de volver cuando ya no estoy allí).
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| No hay aulas suficientes. Algunos tienen que dar clases debajo de la acacia. |
Los niños de la escuelita son todos comestibles!. Los profesores han estado muy contentos con el material que les hemos traido. Hay tanto que hacer!. Trabajan con tan pocos recursos que realizan milagros y los niños son tan respetuosos y obedientes que nos dejan siempre con una sensación de que la verdadera educación se encuentra en esta pobre y desabastecida escuelita. Con ínfimos recursos consiguen verdaderas proezas.
Nos han dedicado una colección de dibujos con los que probablemente hagamos una exposición. Hay tanto que escribir y tanto por hacer!.
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Los pequeños con las flashcards plastificadas
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De momento con vuestra ayuda hemos dejado recursos para pagar el sueldo de un nuevo profesor. Necesitan urgentemente una nueva aula. Los pequeños tienen sus clases debajo de una acacia y algunos en los banquitos del comedor.
Queda mucho por hacer, pero sé que sois muchos los que ya conocéis a estos niños y que colaboráis desinteresadamente en su educación. Muchas gracias a todos.
Por cierto, he traido más cositas de Kenya, para ayudar a financiar la escuela.
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